Hola a tod@s, ¿cómo estáis?
Bueno, pues un viernes más y fiel a mi cita con todos vosotros, aquí estoy con nuevo capítulo y artículo de este mi blog personal:
@elblogdejorgeesquirol.
A este nuevo capítulo le he puesto por nombre, como habréis visto, «Esto es confidencial».
Y lo he llamado así porque a mis secretos, reflexiones y confesiones, aunque sean a través de mi escritura, los considero «confidenciales».
Muchos de vosotros os estaréis preguntando el porqué, pues paso a contároslo, sin ningún tipo de filtro y como siempre dejándome llevar por mis sentimientos y abriéndoos de par en par las puertas de mi corazón.
En mi mundo, como en el vuestro, en el mundo personal de cada uno de nosotros, existe un rincón especial reservado para los pensamientos más íntimos y las reflexiones más profundas.
Este capítulo, titulado «Confidencial», es un viaje a través de mis experiencias, aprendizajes y revelaciones. Aquí compartiré contigo un fragmento de mi vida, una ventana a mis ideas más reservadas, con la esperanza de inspirarte a mirar más allá de lo evidente y conectar contigo a un nivel más profundo. Este es un espacio para la vulnerabilidad, para descubrirnos juntos a través de historias que nos han llegado a poder o podrán iluminarnos y, a la vez, desafiarnos.
Cada uno de nosotros guarda secretos. Algunos son pequeñas travesuras que nos hacen sonreír al recordarlas, mientras que otros son lecciones de vida que, con el tiempo, se convierten en las piedras angulares de nuestra identidad.
Como te he dicho, me gustaría explorar junto a ti cómo los secretos pueden ser motores de nuestra propia transformación personal, portales hacia una versión más auténtica y fuerte de nosotros mismos.
He aprendido que los secretos no solo nos moldean, también nos desafían a crecer. A menudo, las verdades más difíciles de aceptar son las que nos impulsan hacia adelante. Palabras clave como autodescubrimiento, resiliencia y crecimiento personal encapsulan ese viaje interior. Pero no es un trayecto sencillo. Requiere coraje para enfrentar nuestras sombras, para mirar de frente a aquello que preferiríamos evitar. Sin embargo, al hacerlo, descubrimos una fortaleza que no sabíamos que poseíamos.
¿Alguna vez has experimentado el poder liberador de enfrentar un secreto que te atormentaba? Para mí, es como soltar un peso invisible que llevé durante demasiado tiempo. Es un acto de libertad que abre puertas a nuevas posibilidades y nos reconcilia con quienes realmente somos.
En mi caso, el poder escribiros un nuevo artículo o capítulo de mi blog semanal no solo es un compromiso con vosotros, mis lectores; es también un ejercicio de disciplina emocional y un acto de autenticidad. En este espacio «Confidencial», me permito ser vulnerable porque creo que la vulnerabilidad conecta y humaniza. Este lugar es tanto para mí como para ti, un refugio donde podemos ser reales, sin filtros ni pretensiones.
Profundizando en esa vulnerabilidad, basada en la consciencia, me gustaría hablaros y abordar tres puntos que considero fundamentales para mí.
El primero es «El poder del silencio»: En una sociedad y mundo donde el ruido predomina y las revoluciones impuestas nos llevan a un ritmo de vida acelerado, detenerse a escuchar puede ser un acto revolucionario. El silencio no solo nos permite reflexionar, también nos enseña a valorar lo esencial.
Es en esos momentos de calma donde encontramos las respuestas que tanto buscamos y el aprendizaje diario que nos ofrece la vida.
El segundo punto son las «Lecciones inesperadas»: Para mí y desde hace ya demasiados años, descubrí algo que me había pasado inadvertido, los momentos más simples a menudo esconden enseñanzas transformadoras. Como aquella vez que una conversación aparentemente trivial me llevó a cuestionar mis propias creencias y a ver la vida desde una perspectiva completamente nueva. Esos pequeños instantes son los que realmente cambian el curso de nuestra historia o legado que podemos dejar en este mundo.
Como tercer y último punto reflexivo, os quiero hablar de «La importancia de la gratitud»: Practicar la gratitud es un acto de valentía, especialmente en los días más difíciles. Reconocer y agradecer lo bueno, incluso en medio de la adversidad, nos reconecta con la esperanza y el propósito. La gratitud es una luz incandescente que nunca se apaga.
Cada una de estas tres reflexiones representa un aspecto de mi vida que me desafía a ser mejor y a encontrar significado en lo cotidiano. Me encantaría que a ti y a vosotros, este espacio o estas pequeñas en contenido, pero enormes en profundidad de significado y actitud, también te y os inspiren a buscar vuestras propias respuestas y a descubrir las lecciones que en cada momento del día te rodean, porque os aseguro que siempre hay algo nuevo que aprender, incluso en los lugares más inesperados.
Lo que hace especial a este espacio «Confidencial» es su autenticidad. Compartir historias reales, con emociones genuinas y reales no solo construye un lazo con vosotros, que me leéis de tan diversos países del mundo, sino que también invita a la reflexión, no solo por parte vuestra, sino por mi parte, que al mismo tiempo que «confidencialmente» os estoy escribiendo, estoy a su vez reflexionando conmigo mismo de momentos de mi propia vida.
Mi inspiración personal, mis desafíos emocionales y la autenticidad con la que te escribo me gustaría que la compartiésemos en cada capítulo, como muchos de vosotros ya hacéis, mandándome emails o contactando conmigo. Y eso me hace sentir satisfecho porque mi humilde escritura, que no es más que mi peculiar manera de observar la vida, lo comparto en este blog de cada viernes que está totalmente acorde para resonar, vibrar y sentir en conjunto, aunque no estemos «in situ» o en directo.
Me gustaría, como hago muy habitualmente en capítulos, realizaros en esta ocasión tan solo una pregunta:
¿Te has tomado un momento para reflexionar sobre tus propios secretos? Escribirlos en un folio, en un papel o en tu agenda puede ser un acto terapéutico y poderoso. Al plasmar tus pensamientos en palabras, les das forma y significado. Y al compartirlos, ya sea en un diario personal o con alguien de confianza, descubres nuevas perspectivas y caminos de verdadero crecimiento personal. Es en este acto de abrirnos, cuando inconsciente, pero a la vez conscientemente, puede ser el momento de dar el primer paso hacia la transformación que tanto deseamos.
El propósito de este capítulo, «Confidencial», no es solo contar historias, sino también construir una comunidad de personas que buscan crecer, aprender y compartir. Quiero que este espacio sea un refugio donde podamos ser nosotros mismos sin miedo al juicio o a ser juzgados. En los miles de dichos míos y cuando normalmente hablo con mi equipo de trabajo siempre buscando el consenso lanzo al aire esta frase, que hoy te quiero y os quiero regalar a vosotros también:
«Aquí, cada voz importa, cada historia es valiosa, y cada opinión enriquece el diálogo».
Si esta frase te ha llegado y resuena en tu interior, me encantaría leer tus comentarios, tus propias historias o incluso tus preguntas. Cada opinión es un paso hacia la creación de un entorno donde todos podamos aprender y apoyarnos mutuamente. Juntos, podemos construir algo extraordinario, un lugar donde cada voz sea escuchada y valorada. Porque en comunidad, la vulnerabilidad se convierte en fortaleza.
Estamos, y lamentablemente cada día más, en un mundo lleno de filtros y apariencias, donde parece que ser real y ser tú mismo es un acto de rebeldía, cuando debería ser todo lo contrario.
«Confidencial» es mi forma de decirte que está bien ser vulnerable, que tus secretos pueden ser tus mayores fortalezas, y que la reflexión personal es una herramienta poderosa para el cambio. Nunca lo olvides, nunca lo olvidéis.
Como siempre, y para finalizar, os quiero agradecer a absolutamente tod@s y cada uno de vosotros, el que cada semana, cada día seamos más los que formemos parte de la que alguien, llamada Susana, denominó hace ya semanas «comunidad». Al leer su email, me puse en contacto inmediatamente con ella, porque me gratificó de tal manera leer esa palabra que, aunque sea tu propio copyright, como te dije, creo que es una gran palabra y definición. Ese justo era mi propósito cuando empecé ya hace años a escribir este mi blog personal.
Gracias, de corazón, a todos por ser parte de este viaje en forma de blog semanal y de viernes.
Te invito a suscribirte a mi web, totalmente gratis y sin dejar datos personales; como verás, tan solo tu o vuestro email. Deja tus comentarios y comparte este artículo si crees que puede inspirar a alguien más.
Quiero que nuestras confidencias sean las de todos y cada uno de nosotros, y que crezcamos en conjunto y con «Confidencialidad». En este, mi blog personal, toméis el protagonismo que os merecéis desde hace tanto tiempo, sin exclusiones ni prejuicios, con diferentes maneras o formas de observar la vida, porque en los cambios o diferencias de opinión está el avance de todos. Juntos, podemos convertir este rincón «Confidencial» en un avance hacia la libertad de expresión, en un espacio mágico y en un lugar maravilloso y extraordinario.
Os quiero cada día más.
En la distancia o la cercanía, Os Abrazo.
Jorge Esquirol
@elblogdejorgeesquirol
Postdata:
Nunca dejéis de ser vosotros mismos, nunca dejéis de aprender, de saborear cada momento de la vida y nunca perdáis esa esencia que os hace únicos, especiales y eternos en legado de bondad, de crecimiento y progreso.
Ahora más que nunca, hoy más que nunca, a todos, de tantos países, ya no os digo u os escribo sino os afirmo que, sin vosotros, nada tendría sentido.
Quiero transmitir todo mi apoyo al pueblo y la Gran Nación Venezolana justo en el día de hoy. Tener fe, no perdáis la esperanza.
Así mismo, fuerza a todos mis amigos de Los Ángeles, EE. UU., por el terrible incendio que, descontrolado, ha dejado sin casa y sin sueños a demasiadas familias.
A mi Patria, a mis hermanos valencianos: No nos olvidemos. Que no caiga en nuestro olvido que todo NO ha vuelto a la normalidad como dicen aquellos que dicen llamarse periodistas, aun a sabiendas de que la desinformación es un delito, e incurren día tras día en ella.
Que debemos seguir a su lado y apoyándoles, como a los Palmeros, a todos los aún damnificados de la Isla de La Palma, que seguís en situación vulnerable, esperando promesas rotas e incumplidas. La sociedad civil está aquí, y los que tenemos memoria «histórica» o no «histórica» recordamos que vais camino de cinco años de haber perdido vuestras casas, vuestros negocios y vuestras vidas e ilusión. Y me reitero: camino de «5 años», no hace falta remontarse a «50 años» atrás, ¿no es cierto?
Toda mi solidaridad, apoyo y fuerza.
A pesar de la tristeza que me invade al concluir esta posdata, al pensar en tantos sueños y vidas rotas, tanta incoherencia y tanto olvido por parte de algunos, que solo prometen con palabras vacías en concordancia con su corazón, solo os pido que intentéis:
Sed los más felices que podáis, por favor.
Jorge Esquirol.